viernes, 3 de junio de 2011

Teléfonos móviles, cáncer y leyendas urbanas

Hace nueve años, cuando yo era un chaval de once que pedía insistentemente su primer teléfono móvil, mi padre trató de persuadirme mostrándome un artículo de la revista Integral, donde alarmaban a los lectores con la certeza de que los campos electromagnéticos generados por las radiofrecuencias de los móviles producen cáncer. Como os podéis imaginar, pese a la presión, me salí con la mía y desde entonces he tenido un montón de teléfonos, pues sólo con esa pasión se puede llegar a crear un blog, para hablar de estos aparatitos tan denostados como utilizados. A continuación os dejo la fotografía de mi primer teléfono móvil.


Han pasado nueve años y si bien determinadas publicaciones han mantenido su cruzada contra los móviles, ampliada posteriormente a las redes WiFi, también es verdad que en la sociedad lo de la relación entre teléfonos móviles y cáncer no era otra cosa que una leyenda urbana, carente de toda opinión científica.

Lo preocupante es que ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer, reunidas en la ciudad francesa de Lyon, han decidido anunciar a bombo y platillo que los campos electromagnéticos generados por las radiofrecuencias de los teléfonos se pueden considerar carcinogénicos para los seres humanos, y concretarse en la creación de gliomas, un tipo maligno de tumor cerebral. Preocupante ¿no? Y yo me planteo ¿qué ha hecho la OMS en estos últimos nueve años? No es de recibo que, ante un peligro tan grande para la salud, los organismos internacionales responsables de controlar estas cosas actúen con esta lentitud y miren para otro lado, a no ser que se trate de otro y globo sonda que no se puede demostrar.

También es posible que cambien de opinión cada vez que van al lavabo, pues con anterioridad habían dicho: “Las evidencias científicas actuales indican que es improbable que la exposición a campos de RF, como los emitidos por los teléfonos móviles y sus estaciones base, induzca o produzca cáncer”
En resumidas cuentas, a partir de ahora cuando compremos un teléfono nos podremos encontrar con imágenes como esta:




Hechos contrastados

Las compañías de telecomunicaciones afirman que los móviles son absolutamente seguros y que todos los modelos respetan estrictamente los límites de emisiones que establece la OMS.
Lo cierto es que los móviles emiten ondas de radio frecuencia parecidas a las de lo hornos microondas. Estas ondas tienen efecto sobre los tejidos vivos. Se dividen en ionizantes y NO ionizantes.
Las primeras, las ionizantes, rompen enlaces entre átomos y esta alteración puede producir cáncer e incluso mutaciones hereditarias. Estos efectos los producen las radiaciones de alta frecuencia e intensidad, como pueden ser los Rayos X que, tras una exposición prolongada, pueden producir cáncer; o la radiactividad que se escapa tras un accidente en una central atómica, como ha ocurrido recientemente en Japón.

Las microondas tienen una frecuencia menor y los únicos efectos demostrados sobre los tejidos vivos son los térmicos. Si tienen mucha potencia hacen vibrar las moléculas de agua que contienen los tejidos, y los calientan (es la base de los hornos microondas). Las microondas de baja intensidad, como son las de los teléfonos, no tienen energía ni siquiera para calentar tejidos, y mucho menos para romper moléculas, por lo que su peligro en principio es inexistente.

Otras leyendas urbanas sobre los móviles y la salud

Podemos hacer un rápido repaso y al cáncer sumar el infarto y la impotencia. El móvil puede ser letal para aquellas personas que padezcan problemas cardiacos, dicen los agoreros, pero la realidad es que los científicos, y concretamente la Asociación Americana del Corazón, han dejado claro que los móviles no pueden provocar infarto ni siquiera a aquellas personas que usen un marcapasos.

Sobre la impotencia, generalmente la vinculan más a aquellos que utilizan el ordenador portátil sobre las rodillas, pero también la hacen extensiva al teléfono y a los hombres. La proximidad de un móvil guardado en el bolsillo y su proximidad a la zona testicular lo hacen muy peligroso. Sin embargo, es totalmente falso que un hombre pueda quedar impotente por culpa del teléfono. Respecto a lo del ordenador, debido al calor que desprende, parece ser que temporalmente podría afectar, aunque sería sólo temporal.

7 comentarios:

  1. Cordobaan, felicidades por el artículo. Para seguir siendo un chaval ¿sólo tienes 20 años?, me parece sensatísimo lo que escribes, y más en un tema como este que nos había alarmado a todos.

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué tranquilidad! La verdad, con la noticia de la OMS yo por lo menos me puse nervioso y de hecho voy a seguir hablando con el móvil, pero cuando esté en casa tiraré del fijo.
    ¡Qué miedo!

    ResponderEliminar
  3. Tia, para haberte tranquilizado el artículo, veo que sigues con un acojone importante. No es para tanto. De aquí a cien años "tos calvos"

    ResponderEliminar
  4. Pepe, no sé porqué te sorprendes. El artículo me ha tranquilido porque veo que no es tan fiero el león como lo pintan. Pero yo estoy muchas horas en casa porque tengo un hijo de 2 años y, por comodidad por la agenda y todo eso, utilizo el móvil y paso del fijo. Ahora voy a echar mano del fijo, y el móvil para cuando esté fuera de casa o para cuando me llamen.

    ResponderEliminar
  5. Es lamentable. Eso es lo que hacen los políticos. Diez años sin mover un dedo. Viva es espiritu del 15M

    ResponderEliminar
  6. Carlos Quinto, a qué viene esto del 15 M. En este blog hablamos de tecnología y no de política.

    ResponderEliminar
  7. ¡Qué porras Carlos Quinto! ¡Carlos Valero! y bien contento. Respecto a lo de política y no tecnología, decirte que actualmente van inseparables ya que todas las revueltas que se están produciendo actualmentes, desde los países árabeshasta las del 15M se están organizando a través de las redes sociales. No lo olvides.

    ResponderEliminar