jueves, 17 de marzo de 2011

La Evolución de las Especies… Informáticas



Encuesta sobre los hábitos de consumo de telefonía y tecnología de los españoles. Deja tus comentarios al final del artículo y entablemos el debate.

“Ser o no ser”, dijo el poeta, y algo parecido pensó Steve Jobs cuando sentenció: “La mayoría comete el error de pensar que el diseño es el aspecto de algo. El diseño es cómo funciona algo”.

Basta con echar un vistazo a la típica imagen donde se plasma la evolución de las especies, del mono curvado al hombre erguido, para darnos cuenta de que en el tema de la informática y la telefonía seguimos simplemente en las teorías evolucionistas de Darwin. Del chimpancé al Homo Sapiens cambia el diseño y esa evolución física, ese andar recto sobre las piernas, es como el diseño del que habla Jobs, es el cómo cambian las cosas y el cómo se progresa. Todo es radicalmente diferente, superior, mejorado, pero todo parte de una apariencia física, de un diseño acorde a las nuevas necesidades.

Sin embargo, esta evolución tiene sus problemas y la progresión se dispara temporalmente, de manera que lo que ayer fue un avance hoy ya está obsoleto. Si miramos la fotografía que ilustra este artículo nos daremos cuenta de esto. Por ejemplo, la máquina de escribir Underwood fue un símbolo de tecnología y diseño desde finales del siglo XIX hasta los años sesenta del siglo XX. Casi cien años como referente sin modificar ni una sola pieza de su estructura, mientas el iMac que figura a su lado no aguantó ni un año sin que se introdujeran cambios significativos en el aparato. Es más, como símbolo, el iPad ha dejado mucho más caduco a su referente que a la vieja máquina de escribir, que aún podemos encontrar en anticuarios casi como un producto decorativo de lujo.

Ante esta evolución frenética y dado que quienes amamos la tecnología queremos tener siempre lo último, no podemos evitar poner cara de idiotas cuando tras ahorrar para adquirir el último modelo de teléfono o conseguir el iPad vemos que en menos de seis meses nuestro capricho ya forma parte del pasado. Ante esta realidad y para estimular el debate en el blog, he realizado una encuesta a 100 personas de diferentes edades con el fin de analizar la percepción que tiene cada grupo ante la caótica evolución de las especies informáticas.

Primer grupo: hombres y mujeres de más de 60 años
En esta franja los equipamientos informáticos y de telefonía no son imprescindibles. Sin embargo, es cierto que ya un 80% de los encuestados utiliza el teléfono móvil y el 50% confiesa tener ordenador. Lógicamente, a mayor edad menos uso de la tecnología.
Frases destacadas:

María (76 años): “Mis hijos me regalaron un teléfono de esos sin cables, pero no lo he utilizado nunca, para qué lo quiero si tengo en casa el de siempre. Yo con la tele ya tengo bastantes aparatos y no necesito más. Eso sí, la tele que no me la toquen, que me hace mucha compañía”.

Evaristo (64 años): “Recuerdo los primeros teléfonos móviles, aquellos que llevaban colgados los ejecutivos como si se tratara de una bolsa bandolera. Cuando los veía pensaba que eran unos fantasmas. Me costó mucho decidirme por adquirir un móvil, pero al final lo hice hace ya mucho tiempo, tanto que la compañía se llamaba Airtel, que creo ya no existe. Hoy no me atrevo a subir al coche si no llevo el teléfono encima. Me parece que me puede pasar algo terrible. Es como ir desnudo. Sobre la evolución, cambio de teléfono cuando con los puntos generados me sale gratis. Yo en realidad sólo lo uso para hablar”.

Segundo grupo: entre 50 y 60 años.
En esta franja ya hay muchos adeptos. El 100% prácticamente tiene móvil y un 60% posee conocimientos para moverse con el ordenador. La evolución no les afecta mucho a la mayoría. Las mujeres de esta franja son quienes menos uso tecnológico hacen y los hombres que más son aquellos que se dedican a trabajos de despacho y comerciales.
Frases destacadas:

Jaume (59 años): “Para mí ha sido un hallazgo esto de internet. Me encanta e incluso chateo con mis hijas que ya están casadas. Respecto al móvil, tengo uno hace ya seis años y no lo pienso cambiar hasta que se rompa. No utilizo la mitad de las funciones del teléfono”.

Juan M. (53 años): “Sin móvil e internet estoy perdido. Soy comercial y son las herramientas básicas para realizar mi trabajo. Por otra parte creo que uno ha de estar modernizado y que llevar lo último en tecnología forma parte de mi imagen cuando voy a vender. Evidentemente me molesta que no paren de sacar cosas nuevas, pues dejo los teléfonos viejos en perfecto estado y no sé qué hacer con ellos, pues tampoco creo que interesen a nadie al ser ya modelos antiguos”.

Lucia (53 años): “Lo del móvil está bien porque es práctico, pero lo que a mi me pirra es internet y el poder hablar con gente que está en Argentina o en México. Los cambios y modernización están bien, pero a mi me da igual, porque creo que con el ordenador actual y el móvil actual puede moverme perfectamente y no necesito más”.

Carmen (51 años): “Bastantes problemas tengo yo con todo lo de la casa para encima engancharme al ordenador. Sí, tengo móvil, pero sólo lo utilizo para que me llamen cuando estoy fuera de casa. Yo casi no llamo con él, solo para localizar a veces a mi hijo”.

Tercer grupo: entre 40 y 50 años.
Casi todos están familiarizados con internet y utilizan el ordenador. Todos tienen móvil y la mayoría valoran los cambios, aunque existen claramente los dos extremos, el de los apasionados y los que lo tienen porque hoy en día son imprescindibles, pero los usan lo justo.
Frases destacadas:

Juan L.  (49 años): “Creo que está muy bien poner tecnología en nuestra vida. A mí me gusta tener siempre lo último, aunque reconozco que el bolsillo no me lo permite. Cada dos años cambio de teléfono móvil con los puntos generados y poniendo un poco de dinero para mejorar prestaciones. Utilizo la cámara fotográfica del teléfono y los SMS”.

Ana (46 años): “Nos hemos vuelto locos. Claro que tengo televisión y es una moderna, plana, más que nada por cuestiones de espacio, pero ahora tengo que aguantar a mis hijos que quieren una tele en 3D. Me parece que estamos perdiendo el horizonte. En cuanto al móvil si que lo utilizo, pero sobre todo para mí es un aparato de control para saber donde están mis hijos y para que me tengan localizada. La verdad, es muy útil, pero no puedo evitar pensar que nos estamos pasando y que nuestros hijos, encerrados horas y horas frente al ordenador chateando con sus amigos, se están perdiendo algo”.

Carlos (45 años): “Sin la BlackBerry estoy perdido. Es mi oficina y la llevo en el bolsillo, es la extensión de mi puesto de trabajo. La cambio prácticamente cada año utilizando el programa de puntos. A veces, cuando tengo un exceso de estrés, pienso que sin el teléfono en el bolsillo podría ser más feliz, pero no se puede ir contra el tiempo”.

Gonzalo (42 años): “Estoy indignado. Me compré el iPad para Navidad y ahora sacan el nuevo que es de otra galaxia y, encima, más barato. Me parece que me voy a replantear de ahora en adelante mis adquisiciones. Dudo mucho que Apple no tuviera ya preparado el nuevo, pero de esta manera compramos dos veces. Eso sí, pese a mi indignación, estoy encantado con el iPad y creo que esta es la verdadera revolución de la informática”.

Cuarto grupo: entre 30 y 40 años.
En la medida que bajamos la edad aumenta el entusiasmo e incluso aparece el friquismo. Ya todos están informatizados y son usuarios de la telefonía móvil.
Frases destacadas:

Ignacia (38 años): “¿Cómo vivía la gente cuando no existía el teléfono móvil? La verdad, me paso el día enganchada a él y uso y abuso de los números gratuitos que tengo por contrato. Pero no tengo el último modelo ni nada parecido. A mí lo que me gusta es hablar y para eso me sirve cualquiera”

Lola  (36 años): “Me gusta bastante la tecnología y eso es raro, porque las otras mujeres de mi entorno pasan bastante del tema. En esto me parezco más a los hombres. Soy fanática de Mac y me encanta mi iPhone y todos los accesorios que me permiten diferenciarlo de los demás”.

Víctor (36 años): “Yo soy de BlackBerry y acabo de conseguir el nuevo modelo, el táctil, que es una pasada. No me obsesiono en tener lo último, pero creo que tenemos que evolucionar, porque sino seguiríamos con el tam-tam. Me gusta la tecnología en general pero reconozco que no puedo seguir el ritmo de aparición de nuevos aparatos. Mi ordenador ya tiene 4 años y no lo pienso cambiar por el momento”.

Quinto grupo: entre 25 y 30 años.
Son ya la primera generación digital, los primeros que pudieron tener móvil antes de cumplir los veinte años y los inventores del chat telegráfico, que tanto asusta a nuestros padres. Para estos la tecnología forma parte de su vida, pero por la edad que tienen en muchos casos se ven obligados a priorizar otras compras.
Frases destacadas:

Manuel (29 años): “Me encanta perderme en las tiendas de electrónica y telefonía y mirar todas las novedades. Hace unos años compraba bastante, pero ahora me he metido en una hipoteca es mi novia quien administra el dinero. De verdad, un desastre y yo todo el día con los dientes largos cuando veo las nuevas tabletas. ¡Qué pasada!

Antonio (26 años): “Me da corte seguir pidiendo pasta a mis padres para renovar mi equipo informático. A ver si se acaba la crisis y encuentro un trabajo pronto. Ese día acabo con la tienda y me lo llevo todo”.

Carla (25 años): “Acabo de terminar la carrera y me he autoregalado un iPad. Quería un producto puntero para cuando providencialmente encuentre mi primer trabajo demostrar que soy una tía preparada. Y ahora van los de Apple y me lo han dejado obsoleto. La verdad ¿no podrían concentrar todas las mejoras y por lo menos dejar que pasen unos cuantos años hasta lanzar los nuevos productos mejorados”.

Sexto grupo: entre 20 y 25 años.
Nosotros, pues en este grupo me incluiré yo a partir del día 18 de este mes, somos los primeros que hemos podido tener móvil con sólo 10 años de edad. Hemos vivido la revolución a un ritmo frenético y la evolución de la especie ha ido paralela a nuestro ritmo de vida. Hemos tenido la adolescencia más opulenta de la historia de España y, aunque ahora tocan momentos difíciles para la economía, nos hemos aficionado tanto a este mundo que no sabríamos qué hacer sin el portátil y el teléfono de última generación.
Frases destacadas:

Silvia (24 años): “Quedamos a través de Messenger, nuestra vida social la desarrollamos a través de Facebook, vemos la tele en el ordenador para adaptar lo que nos interesa a nuestros horarios y sin el móvil estamos perdidas. Somos la generación que saca más partido a la tecnología, pero somos las más pobres, porque aún no trabajamos. Por favor ¡que no saquen más novedades, queremos seguir siempre a la moda!

Manu (22 años): “Yo soy fan de Mac y hasta ahora vivía más o menos tranquilo, porque era una rara avis entre mis amigos que eran usuarios de PC. No hacía falta que me comprara la última novedad, porque siempre he pensado que el Mac de ayer es superior al PC de mañana, con lo que siempre era el más guay. Pero el iPhone lo ha cambiado todo y la legión de los usuarios de Mac se ha multiplicado y pese a mi interés por seguir contando con lo último no puedo mantener el ritmo. Creo que se han vuelto locos y si la evolución sigue este ritmo muchos vamos a parar, porque si no puedo tener lo último, me da igual tener equipos de hace un par de años”.

Joan (20 años): “Soy el rey del cambio de compañía. Aguanto hasta que termina el periodo de permanencia y en ese momento me apunto a la oferta extraordinaria de la competencia para cambiar de terminal. De esta manera consigo cada vez una tarifa mejor para el móvil y me permito tener terminales de ultimísima generación. Posiblemente si las tarifas de las compañías españolas fueran similares a las de otros países europeos y si las novedades no fueran tantas, no caería en la picaresca del cambio. Pero así me va súper bien”.

Séptimo grupo: menores de 20 años.
Este grupo es muy heterogéneo, porque los niños ya tienen teléfono a partir de los 10 años y entre un chaval de 10 y uno de 15 media un abismo. De hecho este grupo permitiría crear tantos subgrupos como edades. Para todos ellos el teléfono no sólo es un medio de comunicación, pues también es el gran juguete, la videoconsola portátil, la cámara fotográfica con la que sacas la fotografía divertida o la de vídeo con la que grabas la película indiscreta. Para ellos el mundo entero cabe en el bolsillo de sus tejanos. Son posiblemente los más intuitivos, los que sacan más partido al teléfono o a los videojuegos. Aunque su poder adquisitivo es menor, para ellos más que para nadie estos aparatos denotan estatus social.
Frases destacadas:

Anna (18 años): “A mí no me gustan los videojuegos, aunque si que veo bastante televisión a través del ordenador, que es más cómodo y me permite verlo tranquilamente en mi habitación. Evidentemente tengo mi grupo de facebook y ahí se pueden seguir mis hazañas, y las de mis amigas y amigos, a diario. Sin embargo, si me tuviera que quedar con un solo aparato sería el móvil. Sin mi móvil estoy perdida, en él tengo la agenda y guardo los secretos en forma de mensaje. Una pasada”

Juan Ramón (16 años): “Soy el rey de la X-Box y del Call of Dutty. Cada tarde nos conectamos toda la panda y competimos con otros grupos. Nos encanta competir con guiris y machacarles. Es muy divertido y además, a diferencia de lo que pasa con los móviles, las cónsolas aguantan varios años en el mercado, con lo que podemos pedir a nuestros padres para Reyes que se estiren un poco. La clave es quedar con tus amigos y pedir todos a la vez la misma cónsola y el mismo juego. Le sacamos mucho partido. Por supuesto que nos comunicamos a través del chat y que el móvil es fundamental para hablar, pero como me han puesto un tope para que no me pase, con lo que más disfruto es con los videojuegos”.

Hasta aquí el recopilatorio de frases. Supongo que quien más y quien menos se verá reflejado en alguna de ellas. Me gustaría que entabláramos el debate y me dejéis vuestros comentarios y que unos repliquéis a otros, de manera que hagamos más ágil el blog. Yo personalmente esto en desacuerdo con la política de las grandes casas de dejar obsoletos productos que han lanzado seis meses antes. Es lógico que se siga investigando y que la evolución no se frene, pero no creo que el ir entregando a cuentagotas y sin testar los productos sea la política más inteligente. Todos tenemos en mente el fracaso de Microsoft con el Windows Vista, que entre otras cosas ha servido para que en muchas casas haya ordenadores olvidados por culpa de un procesador que iba a ser revolucionario y se quedó en la mayor chapuza.
Espero vuestros comentarios.


6 comentarios:

  1. En primer lugar, Cordobaan, felicitarte por tu artículo que me parece muy currado. La verdad, comparto la opinión de la mayoría de que no pueden seguir con las novedades a este ritmo. Creo que están jugando un poco con los consumidores.
    El ejemplo de la máquina de escribir me parece brillante.

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  2. Apple saca sus novedades como si fuera una película de suspense, con toques de ciencia ficción. Demasiado marketing. Yo antes era fanático de Mac, pero desde que ha salido el iPad 2 estoy planteándome cambiar.

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  3. Totalmente de acuerdo, pero no parece que vaya a cambiar esta situación. Asi que habra que convivir con ello

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  4. Que queréis que os diga. Sois unos fantasmas que quereis presumir siempre de los más guay y por eso tenéis problemas. A mí me gustan todos los aparatos electrónicos pero el que salga uno nuevo no quiere decir que tenga que cambiarlo. Yo no cambio hasta que tengo amortizado el modelo anterior. Yo tengo el iPhone 3 y en cuanto esté a la venta el 5 me lo compraré, pero no me he muerto por no comprarme el 4.
    No entiendo el problema. Que Apple saque los productos cuando y cómo quiera. Nosotros tenemos que ser responsables en nuestras compras

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  5. Gracias por el artículo, me he quitado 6 años de encima. Me identifico con el grupo de 25-30 años pero sin necesidad de pedir la paga a los padres. Somos esclavos de nuestros caprichos y Apple no podría renovar los modelos con la velocidad que lo hace si no tuviéramos ansiedad por adquirir lo último. Seguramente el I+D+I del último ipad lo han pagado los que compraron el 2º modelo, por lo tanto la culpa del último cabreo la tienen los propios clientes de Apple. Esto es lo que tiene el fenómeno “friki de las tegnologías” y frikies de apple hay muchos. Lanzo una cuestión ¿alguien se compraría un ordenador con la marca Microsoft en el que solamente pudieras instalar aplicaciones compradas en la tienda que te dijera Bill Gates? Si dices que sí, mañana puedes irte a comprar un piso y los muebles que pongas serán los que te diga la inmobiliaria que te lo ha vendido. Parece un ejemplo tonto, pero en tegnología esto existe y se llama Apple.

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  6. Hugo, estoy totalmente de acuerdo contigo. Pero es que con frecuencia somos irracionales en aquellas cosas que nos encantan. Ese es mi caso con apple.
    El ejemplo del piso me parece genial. Por eso0 tengo declarada la guerra al amigo Bill Gates.

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